Real Madrid: Lunin; Carvajal, Rüdiger, Nacho, Mendy; Tchoauméni, Camavinga (Rodrygo, m.46), Kroos (Modric, m.78), Fede Valverde; Bellingham (Joselu, m.85) y Vinícius.
Leipzig: Gulacsi; Henrichs, Orbán, Lukeba, Raum; Haidara (Kampl, m.90), Schlager (Elmas, m.85); Dani Olmo, Xavi Simons; Openda (Poulsen, m.77) y Sesko (Baumgartner, m.85).
Goles: 1-0, m.65: Vinícius. 1-1, m.68: Orbán.
Árbitro: Davide Massa (Italia). Amonestó a Vinícius (54), Tchouaméni (73) y Kroos (75) por el Real Madrid; y a Schlager (20), Raum (59) y Orbán (71) por el Leipzig.
Incidencias: encuentro de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones de fútbol, disputado en el Santiago Bernabéu ante 76.126 espectadores. Por primera vez en competición europea el estadio del Real Madrid estuvo techado.
El Real Madrid vivió una noche de sufrimiento en el Santiago Bernabéu al empatar 1-1 contra el Leipzig, pero logró avanzar a los cuartos de final de la Champions League gracias a la ventaja obtenida en el partido de ida. La falta de ambición, fútbol y piernas por parte del equipo blanco fue evidente, y la eliminación rondó peligrosamente cuando el Leipzig rozó la prórroga con un remate de Dani Olmo al larguero en tiempo de prolongación.
Desde el inicio, el Real Madrid mostró un planteamiento extraño y cauteloso, sorprendiendo a propios y extraños. El Leipzig, por su parte, demostró en Alemania su peligro entre líneas con un fútbol ágil y vertical. A pesar de la ventaja obtenida en la ida, el Madrid se mostró inferior en todos los aspectos, incluyendo el táctico. La timidez y lentitud de los blancos permitieron al Leipzig aprovechar la falta de presión y tomar la iniciativa.
El primer tiempo fue un calvario para el Real Madrid, con el Leipzig perdonando en varias ocasiones y el público expresando su descontento con pitos. El entrenador Ancelotti, sorprendido por la situación, realizó cambios al descanso, ingresando a Rodrygo para intentar cambiar el rumbo del partido.
Fue en una acción extraordinaria protagonizada por Jude Bellingham y Vinicius donde el Real Madrid encontró el alivio. Bellingham realizó una arrancada imponente, asistiendo a Vinicius, quien no perdonó y marcó un gol crucial. A pesar de este momento de brillantez, el Leipzig no se rindió y logró empatar con un cabezazo de Orbán tras un centro de Raum.
El empate desestabilizó al Real Madrid, que se vio superado por la presión y los ataques del Leipzig en la recta final del partido. La incertidumbre alcanzó su punto álgido cuando un remate de Dani Olmo estuvo a centímetros de estrellarse en el larguero y forzar la prórroga.
Finalmente, el Madrid logró mantener la ventaja y avanzar a los cuartos de final de la Champions League.
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