{La opinión de Héctor García} ¿Y AHORA QUÉ?

Unionistas de Salamanca CF está en puestos de descenso, esto es una realidad y un hecho objetivo, ya no se puede tapar, ya no valen excusas ni historietas de ningún tipo, el presente del club es el que es y se tendrá que afrontar.

Es cierto, sin equívocos, que ayer a Unionistas no se le podía pedir ganar, es entendible perder en Riazor ante un Deportivo de la Coruña el cual, con Lucas Pérez como puntal, está llamado a escalar puestos en la clasificación y ser el Depor que tanto temíamos el primer año, aquí, en este aspecto, nada que reprochar.

El problema llega cuando te das cuenta de que Unionistas no está en descenso por perder en Riazor, el partido de ayer fue, simple y llanamente, una pequeña parte de todos los errores que se han cometido durante esta temporada en el club charro, de ese discurso conformista que hemos visto estas navidades por parte del Director Deportivo del club, en el cual el “mejor prevenir que curar” no está presente de ninguna manera. Ya el prevenir no vale y la “cura” tiene que ser este mercado de invierno en el que, de momento, la sensación que se desprende es la de la improvisación, la afición de Unionistas está pendiente de esto ya que hay jugadores que tienen la puerta pendiente de abrirse para marcharse y el equipo necesita refuerzos en varias áreas.

Quizá otro de los temas más preocupantes ahora mismo sea el partido del sábado ante el Pontevedra en el Reina Sofía, encuentro en el que Unionistas se juega mucho, ya que el rival no puede ser más directo: También en descenso y a solo 1 punto de los charros en la clasificación; tanto que se habla muchas veces de las promociones y de que, este año, se ha puesto en magna consideración la brecha actual que hay entre sectores de la grada, Unionistas se va a ver en la obligación de dar un paso hacia adelante y tirar de fórmula para llenar el campo, si se logra, la afición marcará el primer gol.

El horizonte blanquinegro es confuso y este 2023 más, la renovación de la junta directiva va a ser uno de los temas clave y Unionistas se va a ver en la necesidad de reorganizarse a nivel estructural, luego también depende de lo que pase en el verde: Un descenso a Segunda RFEF podría ser una hecatombe en muchos aspectos, por mucho que algunos intenten pintar la categoría de lo que no es, “el que no se consuela es porque no quiere”, dicen, y es precisamente ese discurso el que todos los aficionados tienen que evitar de cualquier forma, porque quién pregona esa proclama no es más que alguien que ya se ha dado por vencido.

¿Y ahora qué? Nos preguntábamos al principio, pues ahora solo queda una opción: Hacer las cosas bien de una vez por todas, empezar a ser más serios y más exigentes, ya que la ausencia de crítica y el conformismo con esta situación no te hace mejor aficionado, solo hace que el club sea más proclive a que las cosas vayan a peor, Unionistas es tan fuerte como lo son sus puntos débiles y, por ello, hemos de señalarlos y reforzarlos, ya que, visto lo visto, por este club pasa el futuro del fútbol en Salamanca y con eso no se juega.