{La opinión de Héctor García} Unionistas vive en el alambre

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Unionistas de Salamanca se la pegó el último fin de semana en León y, si bien es cierto que no ha sido tampoco la gran novedad que un equipo de la zona baja de la tabla no tenga un buen día en un desplazamiento, lo cierto es que ha supuesto un punto de inflexión bastante grande entre los aficionados.

Ya sea por la desgana de algunos futbolistas, ya sea porque Casañ no logró encontrar una alternativa en cuanto la cosa pasó de castaño a oscuro o por el hecho de que cerca de 400 personas se hicieron 3 horas de ida hasta León, con la ilusión de levantar cabeza después de lo de Talavera, y 3 horas de vuelta hasta Salamanca, con la amargura de la derrota, Unionistas de Salamanca perdió algo más que los tres puntos en León.

La sensación por parte de muchos de los aficionados charros, que pidieron de forma aireada la cabeza del técnico de Beniparrell, es que, mientras el director de una película que ya pintaba mala desde pre-temporada continúe rodando, la cosa seguirá oliendo más y más a un fracaso en taquilla, aunque un sector del público está empezando a ver, con buen criterio, que gran parte del problema ha sido, más bien, de la productora a la hora de hacer el casting.

Siempre en estas situaciones se tiende a coger al entrenador como cabeza de turco, es normal, su responsabilidad tiene, pero no podemos perder el norte, el crédito que tiene Unionistas con los entrenadores es claro en estas situaciones: A lo sumo una destitución por temporada, los recursos del club no dan para más, y ahora llega la pregunta ¿Realmente, viendo como han sido estos dos años de dirección deportiva, habría probabilidades de dar con la tecla del entrenador? Jugar en ese alambre fue fácil cuando se destituyó a Dani Mori el año pasado, ya que el objetivo estaba cumplido y no existía riesgo, ahora como falles te vas al hoyo, porque no hay red y el alambre es cada vez más fino.

Lo que veamos ante el Badajoz va a ser clave para el destino de Raúl Casañ en el banquillo de Unionistas, un nuevo batacazo puede ser fulminante y de este mes de diciembre, con varios duelos directos, puede salir el camino de Unionistas durante la segunda vuelta; sin embargo, lo que está claro, es que este año toca apretar los dientes y pelear por no descender, cosa de la que hasta el aficionado más optimista del club es consciente tras el partido del último sábado, fuera caretas, no hace falta engañarse más a uno mismo.

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