Guillermo Hermoso triunfa en la tarde de rejones de La Glorieta

Última tarde de toros en La Glorieta para cerrar las fiestas de La Viegen de la Vega en este 2022. Tarde de rejones en las que los protagonistas, Lea Vicens, Pablo y Gullermo de Mendoza, lidiaron los toros de HROS. DE SÁNCHEZ y SÁNCHEZ.

Salió el primer toro. Veleto, de capa negra, en frente, un Pablo Hermoso al que le costó encontrar una distancia justa con el toro. Puso eso si, el primer rejó con una grandísima calidad que arrancó unos tímidos aplausos en la grada. Cambió todo en segundo tercio, dómde se mostró mucho más agresivo colocando las banderillas con una exquisita firmeza. No tuvo mucha fortuna a la hora de matar al animal cerrando sin fortuna el primer toro de la tarde el Salamanca. 

Cuarto toro de la tarde y segundo para el mayor de los Mendoza. En este caso, Aguillo, toro de capa negra y 495 kilos fue el compañero de baile de un Pablo que dispuso de mejor suerte con este segundo animal que el primero. Acabó la faena sin errores, pero sin destacar. El veterano rejoneador no defraudó pero tampoco realió una actuación memorable, lo que supuso que se marchara de vacío en la taede de faena. 

El segundo toro de la tarde correspondió a Lea Vicens. Lidió un toro de capa negra y 490 kilos, de nombre Boticario. Erró en el primer tercio al poner el último rejón al toro, no fue la mejor actuación de la francesa, que tampoco dispuso de un gran compañero de baile. El toro encojó en los últimos compases de la lidia y la jinete no acertó al darle muerte, lo que complicó mucho la actuación. 

No dispuso de buena fortuna Lea con su segundo toro, la francesa no consiguió parar el toro desde un primer momento además de ser incapaz de acercarse al mismo. Lo que supuso una pitada casi unánime de la plaza charra. 

Llegó el turno de Gullermo Hermoso, que enfrentó a un toro de nombre Zapatero, capa negra y 480 kilos. Arrancó bien el Navarro que no defraudó en toda la lidia, con un animal que respondía y una afición que disfrutó cada minuto de la faena. Lamentablemnte no fue tan ágil a la hora de matar, ya que le costó hasta tres intentos rematar una faena hasta el momento casi perfecta. Una oreja se acabó llevando el joven torero, bien merecida tras su actuación. 

El último toro de la tarde, fue sin duda el que acabó por encender la plaza. Una vez más, Guillermo Hermoso, puso en pie a una plaza con una actitud memorable que fue justamente recompensado con dos orejas y una ovación más que sonada para cerrar de la mejor manera posible el abono de ferias en La Glorieta.