Mario Navas triunfa en la primera cita taurina de las fiestas de Salamanca

Salamanca disfrutó un año más de su tradicional fiesta taurina en La Glorieta, que arrancó oficialmente el pasado 8 de Septiembre en el desenjaule con la clase práctica de la Escuela Taurina de Salamanca. 

Como de constumbre, arrancó el festejo taurino a las 18:00, con una temperatura en la plaza atípicamente calurosa, pero que no supuso ningún problema para que la afición charra llenase gran parte de las butacas del recinto. 

Seis novillos de la ganadería Mucosa Gusende fueron lidiaros por los novilleros Antonio Grande, Carlos Domínguez y Mario Navas.

Arrancó pues la faena de Antonio Grande con el primer novillo, de nombre Trianero y un peso de 439 kilos. El animal, con capa castaña alvarada, no mostró mucho espectáculo durante el lance perdiendo la fortaleza y las ganas de luchar nada mas saltar a la arena. 

A la hora de matar, Antonio no dudó, dando a la primera, muerte al animal. Se llevó finalmente una oreja bien merecida de la primera contienda. 

Pajarraco fue el cuarto novillo en ser lidiado, el segundo para Antonio Grande, un bravo animal de 480 kilos que salió a la arena con un entusiasmo no mostrado hasta ahora por ningún otro animal.

Sin embargo, el novillo fue de mas a menos y con el paso de los minutos se mostró más reticente a la hora de encarar la muleta, todo esto, ante el murmullo de una plaza a la que se le hizo una lidia bastante pesada y tediosa. Le costó rematar a Antonio la faena al no conseguir matar al animal en la primera estocada.

Llegó el turno para Carlos Domínguez que lidió un novillo similar al primero en cuanto a capa pero de diferente carácter, este, salió bravo desde el principio y no perdió el impetú en toda la lidia. 

La faena no acabó como se hubiera querido. El novillero buscó lucirse con los últimos muletazos pero con poca fortuna, la misma mala fortuna que sufrió a la hora de realizar el primer estoque, en el que no solo falló sino que, además, casi le cuesta una cogida que salvó en tablas.

Canito fue el quinto novillo de la tarde, un animal de 470 kilos, de capa castaña que salió con brío a la pugna con Carlos Domínguez, una vez más, se vio que el espectáculo iba de más a menos, salvo un ligero susto que sobresaltó al graderío, los murmullos se mostraban como la tónica dominante del festejo. Al toro le costó entrar al capote prácticamente durante toda la lidia lo que ralentizó notablemente todo el proceso.

Para empeorar aun más las cosas, Domínguez no consiguió matar a la primera y necesito de un segundo, tercero, cuarto e incluso quinto estoque para culminar su faena.

El tercer toro, negro en su totalidad y de nombre Palique, entró al ruedo con suma tranquilidad, una tranquilidad que se vio enturbiada a los pocos segundos, en los que el animal demostró con claridad su gran fiereza.

Impactante fue lo vivido al final de la faena, cuando Mario Navas recibió una cornada del animal a la hora de matar al novillo. Afortunadamente, el joven pucelano se recuperó al instante quedando todo en un mal rato sin consecuencias. Finalmente se llevó en la pugna una oreja más que merecida.

Llegó el último toro al ruedo con un ímpetu de tal magnitud que incluso quiso saltar de la arena al callejón para susto de todos los presentes. Mario Navas supo calmar al bravo animal con unos pases que sacaron los aplausos de la expectante plaza.

Sin embargo, de nuevo el susto se apoderó de la plaza cuando el novillero recibió un nuevo impacto cayendo al suelo y del que afortunadamente y una vez más salió ileso y listo para seguir en la batalla.

En esta ocasión, la estocada fue limpia para fortuna de todos los presentes, sin duda esta fue la mejor actuación de la tarde. Se saldó con una oreja.

La siguiente cita taurina será el próximo Viernes, 16 de Septiembre a las 18:00. Será el turno de Morante de la Puebla, López Chaves y Alejandro Marcos.