Misma creencia, distintos orígenes: ¿Qué tienen en común Halloween, el Día de Todos Los Santos y el Día de los Muertos?

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Hoy día 1 de noviembre de 2021 se celebra el Día de Todos los Santos en España. Una cita en donde rememoramos y acudimos a los cementerios para estar con aquellos que ya no se encuentran con nosotros. En España el origen de esta celebración tiene origen católico pero ¿y en otros países? ¿Qué tienen en común Halloween, el Día de Todos Los Santos y el Día de los Muertos?


Como se ha mencionado, el origen del Día de Todos los Santos se encuentra en la tradición cristiana, algo muy diferente en otros países donde el origen proviene de tradiciones celtas. 


En muchos lugares esta fecha no es significativa y no tiene relevancia o festividad. Aún así existen un gran número de países que en estos días celebran también la noche de Halloween o el Día de Los Muertos. Nombres distintos y con diferentes orígenes pero todas unidas por el mismo patrón: el más allá. 


Halloween

Cuando escuchamos Halloween asociamos su origen a Estados Unidos, sin embargo esto no es así. Esta celebración posee su origen en el mundo celta, concretamente en la festividad pagana conocida como Samhain. Es en esta época donde los celtas conmemoraban el final de la cosecha con esta ceremonia que coincidía con el final del año céltico. 


Sus orígenes se remontan a hace más de 3.000 años en el país de Irlanda. Los campesinos celebraban el fin de esta temporada con rituales y bajo la creencia que durante la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre los espíritus de los muertos salían de los cementerios y caminaban por las calles durante la noche. 


A raíz de esto comenzó la tradicional fiesta de Halloween. En esta noche la gente prende hogueras y se disfraza para ahuyentar a los malos espíritus y no ser reconocidos por ellos con sus máscaras. Asimismo, muchos familiares y amigos comenzaron a ver esta fiesta como un día de celebración. Así pues los banquetes y la decoración con velas llegaban para conectar con el espíritus buenos, quienes también cruzaban esa noche. 


Inmigrantes irlandeses trasladaron esta tradición a Estados Unidos y Canadá, donde comenzó a celebrarse en los años 20. 


El Día de los Muertos 

Este día tiene su origen anterior al catolicismo y se celebra desde la época prehispánica en México. En aquella época la mitología mexicana creía en un Señor de la Muerte llamado Mictlantecuhtli  quien habitaba en el inframundo. La llegada de los españoles provocó que esto se mezclara también con las costumbres católicas. Así es como a día de hoy todas las festividades del país mezclan las tradiciones cristiana con las indígenas. 

La única diferencia clara con España es que esta festividad se ve como un día alegre, un día para honrar a los fallecidos, una creencia popular que señala que las almas de los fallecidos regresan entre nosotros durante este día. Banquetes, reuniones familiares, historias... un sin fin de celebraciones tiene lugar estos días en el país mexicano. 


El Día de Todos los Santos

Se estima que este día lleva celebrándose desde hace casi 1.300 años. Esta celebración fue impulsada por el Papa Gregorio III quien consagró una capilla en la Basílica de San Pedro en honor a todos los Santos.  

A pesar de que el origen es dudoso, esta costumbre de origen católico busca honrar a todos los santos, a todos los seres queridos que han fallecido. En esta jornada los cementerios se inundan de personas que llevan flores para adornar las tumbas sus familiares y amigos que ya no están. 


Se cree que la razón por la cual está celebración es el día 1 de noviembre es por el mero hecho de que coincidiera con la festividad de los pueblos germanos ya que en aquellos años el objetivo de la Iglesia era eliminar cualquier tipo de celebración pagana. 


Finalmente cabe destacar que Asia también se una a esta celebración en base a sus tradiciones y creencias. En el caso de China  Ching Ming es el nombre de su celebración. Los chinos creen que el día 106 del calendario lunar los difuntos visitan la Tierra. Por ese motivo las tumbas de los difuntos se adornan con flores, velas, comida... En el caso de Japón su celebración se produce en agosto en un evento llamado Obon. Los japoneses celebran este día con bailes, desfiles... y además suelen lanzar farolillos de papel a un río para que guien a los espiritus de los muertos. 







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